bailes tipicos del perú

 La marinera


Este baile, símbolo indiscutible de peruanidad, se practica en gran parte del país. Entre todas sus variantes, la más conocida y celebrada es la norteña, pero igualmente vistosa es la marinera limeña y las otras versiones que se bailan en diferentes lugares de la sierra. Considerada Patrimonio Cultural de la Nación desde 1986, la marinera es una danza de cortejo en la cual se inicia con la percusión de una tarola o de un cajón. La pareja se saluda con reverencias y mantiene cierta distancia, la cual se acorta conforme avanza el flirteo.

 

El varón y la dama trazan círculos con sus pasos. Ella esquiva la mirada de él hasta que inicia la fuga o zapateo, figura que simboliza la aceptación de la mujer al pretendiente. Este último, quien lleva un sombrero de paja en una mano y un pañuelo en la otra, adula a la muchacha con elegantes y sutiles movimientos. En el remate, los pasos se ejecutan con más fuerza, hasta que el hombre se arrodilla ante su amada, en señal de sumisión. Esto marca una pausa, en la que los danzantes quedan inmóviles en un gesto de coqueteo, luego del cual la música se reinicia siguiendo la máxima norteña de "no hay primera sin segunda".

 

La marinera ha calado tan profundamente en la identidad del país que cada año se celebran cientos de concursos. Crédito: Enrique Castro-Mend’vil / PromPerú.

 

El amor, la nostalgia, las tradiciones y la familia son algunos temas recurrentes en las letras de cada canción, aunque muchas de las producciones son enteramente musicales.

 

La marinera ha calado tan profundamente en la identidad del país que cada año se celebran cientos de concursos para elegir a la mejor pareja, aquella que derroche garbo y elegancia. El certamen más tradicional de todos se lleva a cabo en el departamento de la Libertad. Nos referimos al "Concurso Nacional de Marinera” de Trujillo. El evento se celebra a finales de enero y congrega a miles de visitantes nacionales y extranjeros. A continuación, una muestra de la marinera.

 

El huayno 


Es el baile más conocido de la sierra peruana y su origen se remonta a tiempos prehispánicos. Según el célebre escritor peruano José María Arguedas, no existe expresión más legítima del Perú indio y mestizo que el huayno. En la actualidad, esta danza presenta diversas variantes regionales, pero todas conservan el mismo espíritu.

 

En tiempos de los Incas, el huayno habría sido una especie de himno militar que se ejecutaba con zampoñas, quenas y tinyas (tamborcillos). La llegada de los españoles, que introdujo nuevos instrumentos y técnicas, favoreció la evolución del huayno y la creación de variedades regionales, con sonidos de mandolinas, arpas, violines, guitarras y charangos.

 

Sus temas, tanto en quechua como en español, poseen una singular expresividad, al manifestar alegría y picardía, pero también sentimientos de tristeza y añoranza. Aunque en ocasiones se baila individualmente, suele ser una danza de parejas. 

 

La Danza de Tijeras 


Este baile tradicional con características mágico-religiosas se practica en los departamentos de Ayacucho, Huancavelica, Apurímac y Lima. Con pasos ágiles y acrobáticos muy vistosos, los danzantes rinden tributo a los Apus o dioses andinos quienes, según sus creencias, habitan en las montañas. Vestidos con trajes coloridos, los danzantes ejecutan increíbles coreografías que demandan una gran resistencia física.

 

La Danza de las Tijeras debe su nombre a las dos hojas de metal, parecidas a las de las tijeras, que los bailarines hacen sonar entre sus manos mientras danzan. El acompañamiento va a cargo de un violinista y de un arpista. Habitualmente se ejecuta en fiestas religiosas y patronales, las cuales pueden durar hasta siete días y que tienen un significado ancestral. Se dice que el danzante cumple el papel de mediador entre la Madre Tierra y los pobladores.

 

 

El Tondero


Esta hermosa danza de insinuantes movimientos es muy popular en el norte del Perú. Al igual que la marinera, el tondero representa el cortejo y enamoramiento de una pareja. Los instrumentos que la acompañan son la guitarra y el cajón. A diferencia de los demás géneros criollos con influencia española, el tondero nace del mestizaje entre el campo y la región yunga, y conserva un espíritu más rebelde y bandolero.

 

El pueblo de Morropón, en Piura, se considera la capital de esta danza.

 

El baile sigue algunos parámetros, pero en general es bastante libre. La dama y el varón empiezan mirándose de costado. Luego él se acerca, iniciando el cortejo y ella lo evita con movimientos sutiles. La mujer recoge su falda y la apoya contra la cadera, mientras sostiene un pañuelo con la otra mano. Más adelante, lleva la falda hacia atrás y empieza a zapatear, un movimiento que se conoce como 'fuga' o 'embiste'. Cada zapateo se remata con una vuelta rápida.

 

Esta hermosa danza de insinuantes movimientos es muy popular en el norte del Perú. Crédito: Juan Puelles / PromPerú.

 

Fuentes: Andina / La Hora / El Tiempo / En Perú

 

 

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